Desde mi perspectiva analítica,
los datos del show político y mediático organizado hábilmente mediante el
proceso de destitución del ex-ministro dan buena cuenta del triunfo total y
absoluto del establisment bipartidista que controla los destinos de Chile. El
hecho representa la expresión más clara de cómo se intercambian los trofeos de
guerra en la dictadura del bipartidismo, entre la derecha y el arco de partidos
de la (des)concertación: Provoste por
Bayer, sin más.
El caso es que ambas fuerzas
políticas – de cara a las elecciones de noviembre de 2013 – han hecho tablas o
están en un empate técnico, han logrado el punto de equilibrio necesario para
resituar la lucha por el poder entre dos únicas fuerzas. La jugada o golpe
político dado sobre la mesa podemos entenderlo en clave de operación de
marketing político («panem et circenses», literalmente «pan y circo» para el
pueblo) , dirigida al potencial electorado que simpatiza y se moviliza en torno
a un asunto a día de hoy puesto al centro de las preocupaciones de miles de
chilen@s. A partir de aquí o de este hecho, ambos conglomerados intentan dejar
bien establecido entre la opinión pública y/o potenciales votantes el mensaje
de cuáles son las dos únicas posibilidades de gobierno en este país. Es más,
uno más que otro – la tendencia bacheletista - puede llagar directamente al
poder montado en esta gran polémica democrática.
Sin embargo, en medio de toda
esta tormenta política los estudiantes movilizados, los padres y apoderados
críticos con el actual modelo de educación de mercado (o del lucro y del
enriquecimiento inmoral) son los menos ganadores con el simbólico triunfo
conseguido en esta pequeña o minimalista batalla llevaba a cabo en el
parlamento. Por ilustrarlo de alguna manera: Bayer tiene el presente y futuro
asegurado, muy por el contrario a esos miles y miles de chilenos que están muy
dentro de un sistema educativo basado en los principios del mercado
(individualismo+competitividad irracional). De hecho, al sistema le sale más
barato – de cara al gran público consumidor de estas malas políticas - hacer
rodar la cabeza de Bayer que la de una gran parte de instituciones educativas
creadas con el único fin de hacer dinero fácil y rápido con el dinero de
nosotros, los contribuyentes del Estado de Chile.
¿Por qué? Lo primero es decir que
a pesar de las aparentes contraposiciones ideológicas entre ambos conglomerados
ejes del bipartidismo, tienen grandes semejanzas en sus proyectos
políticos-institucionales. Proyectos de estos partidos políticos que se
traslucen en los intereses privados en juego, en esta y otras materias de
interés público o estrechamente asociadas a los bienes públicos.
Ahora bien, si de verdad los
partidos políticos centristas o de oposición, y sus representantes en el
parlamento y fuera de éste – alcaldes, concejales, presidentes de partidos,
representantes en los CORES regionales, etc. - estuvieran efectivamente
comprometidos y convencidos de la necesidad de la introducción de cambios
reales y efectivos en el orden de los factores en materia de educación, la
investigación y sometimiento a juicio sumario del lucro y el enriquecimiento
indebido debería haberse hecho extensiva a "todo el sistema". Antes,
y no como se ha hecho ahora mediante esta toma de decisión y resolución
parlamentaria. Decisión enfocada hacia el aislamiento o atomización de un
problema perfectamente extensible y observable en todo el sistema, después de
cometido un fraude y cuando el edificio o las evidencias caían por propio peso.
El perjuicio o daño a la sociedad, por cierto, no solo es cosa de una de sus
partes si no de todo un conjunto.
Como se sabe, el modelo de
educación en Chile viene de años arrastrando una grave y sangrante crisis
tapada con los paños fríos de la élite económica y la clase política: a punta
de bonos, subsidios, nuevas leyes y regulaciones “trampas”, incentivos de todo
tipo a gusto del “cliente-consumidor”. Pero poco o nada se ha debatido (y
consumado en medidas políticas efectivas) sobre las graves consecuencias o
efectos perversos que en el mediano plazo – falta de regulación y vigilancia
público-estatal, sobre stock de profesionales y de “mano de obra barata”,
libertinaje en la oferta y entrega de servicios educativos, flexibilidad
laboral, pérdida de derechos sociales, distribución del ingreso, etc. -,
acarreará este irracional modelo de políticas sobre los legítimos intereses de
los estudiantes, las familias y la sociedad en su conjunto. Nuestro presente y
futuro está plagado de riesgos e incertidumbres, más aun viviendo en el gran
casino de la sociedad del “libre mercado”.
Dejo planteada la siguiente
interrogante: ¿Qué tipo de sociedad estamos construyendo o nos construye este
monopolio bipartidista? La sociedad de los ricos, la sociedad del “fraude”, la
“del todo vale”, la del 1% que lo tiene todo y la del 99% que nos dividimos-peleamos-luchamos
y competimos por todo.
En síntesis, la medida política
tomada por el Senado ayer miércoles 17/04/2013 está camuflada de un oportunismo
y ventajismo descarado con la única intencionalidad de recuperar de forma
populista y demagógica el apoyo social (y de la opinión pública). Apoyo puesto
en la cuerda de la "duda" ante la desconfianza que la mayoría de la
clase política despierta en general en el electorado.
Miguel Arismendi G.
Profesor universitario
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