BIOGRAFÍA DEL AUTOR

En el mundo acelerado, frío e impersonal, repleto de incertidumbres y tensiones en que nos toca vivir, el experto en ciencias políticas y sociales Miguel Arismendi G. aporta una mirada propia, profundamente cuestionadora y crítica de la realidad, de nuestra realidad actual, la de nuestros espacios de vida. Un análisis sin apego a dogma, receta u ortodoxia alguna sobre los temas o asuntos más calientes y/o controvertidos de la actualidad local, nacional e internacional.
Veinte años de experiencia y estudio en el complejo mundo de las políticas públicas y sociales, avalan sus opiniones.

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domingo, 21 de julio de 2013

La parafernalia de proyecciones o estimaciones de posibles resultados en las elecciones presidenciales de 2013: ¿estamos en presencia de una estrategia política y social deliberada?

"El viejo mundo se muere.
El nuevo tarda en aparecer.
Y en ese claroscuro surgen los monstruos"
Antonio Gransci
Aquí lo que cabe es dudar de todo dato o relativilizar todo tipo de estimación, pues bien podríamos aventurar o hablar hipotéticamente de una estrategia deliberada de “manipulación de masas” con fines o propósitos de un tiempo a la fecha muy bien establecidos.

De entrada, no hablo de “política-ficción” sino de la realpolitik (o política real en alemán) en la cual nos hallamos implicados como sociedad de cara a las elecciones presidenciales 2013. Bien es sabido por los estudiosos y científicos en las artes de la política y el comportamiento humano, que en resultados electorales no caben "oráculos" ni "bolas de cristal" en el presagio de uno u otro evento. Resultados pasados en procesos electorales en Chile y en el mundo democrático, se han encargado de demostrar en los hechos o empíricamente que los “pronósticos especializados” (aprendices de brujos, vendedores de humo, agoreros, gurús) sobre resultados de referéndums resultan ser del todo menos acertados!

¿Por qué lo de la duda razonable cartesiana o de relativizar los pronósticos agoreros de pseudoespecialistas que se aventuran en adelantar resultados en materia de intención de voto? 

Lo primero, decir que los datos estadísticos nunca son del todo “objetivos” o del todo “verdaderos” pues en toda elaboración humana intervienen siempre factores o variables ocultos. Apoyados en esta tesitura, cabe siempre la posibilidad o la tentación latente de la manipulación del dato a manos de quienes intencional e interesadamente persiguen el mejor posicionamiento político-social de un(a) candidato(a) a ocupar un cargo de representación popular. En nuestro caso, y como podemos observar a diario en los distintos medios de comunicación masiva, el de la presidencia de un país y de la fuerte campaña publicitaria lanzada a favor del proyecto político-institucional al que yo denomino “nuevo bacheletismo”. P.F. Lazarsfeld , denominó a este fenómeno como "la reducción de opciones" a las dos con más posibilidades de triunfar, y el efecto bandwagon o "Arrastre". Ambos efectos, por su potencia y consecuencias en los resultados finales, hemos de tenerlos muy en cuenta.

De "reality-show" mucho, de "buena política" poco o nada.

Sepa usted que todo este tinglado, el de la propagando política, ha sido montado tras un auténtico "reality show político”, enfocado a ganar la carrera por el sillón presidencial mediante la manipulación del inconsciente de las clases populares y de la lucha por convencer a los iletrados (o indecisos) en cuanto a preferencias electorales. Sí, tal y como usted lo ha visionado en la TV de su país, la “telerrealidad”. Para ganar en teleaudiencia o espectadores “pasivos” - y mucho dinero, ciertamente -, las televisiones buscan rostros conocidos que despiertan simpatía entre la audiencia televisiva. La estrategia apunta al manejo de los contenidos, y las implicaciones, de la imagen de la persona o el personaje en cuestión dentro de un público o electorado-objetivo (target voters). Ellos, los expertos en el manejo de imagen comunicacional, saben perfectamente – pues estos fenómenos han sido estudiados abundantemente por las ciencias cognitivas, de la mente humana, de la comunicación y económicas - que con el pasar de los programas esa imagen o rostro acabará siendo amada e idolatrada por usted: claro, después de echar horas mirando ese tipo de programas basura!

Volviendo al argumento de las campañas políticas en curso en el marco del proceso de elecciones para elegir presidente, en Chile la política de los ´90 en adelante dejó de ser un “servicio público”. Dejó de serlo pues nuestra sociedad fue envuelta en las lógicas del "libre mercado", y el ejercicio de la política no escapó a la fuerza y penetración de esta corriente de pensamiento ideológico. Se transformó, por tanto, en un negocio o una mercancía donde el Estado, y las instituciones formales, cumplen y han cumplido un papel decisivo a favor del negocio o el lucro indiscriminado depositado en manos de una pequeña clase de privilegiados. Los hechos están ahí afuera, en la realidad pura y dura, exteriorizada mediante los grandes problemas presentados por ámbitos decisivos para el bienestar social del conjunto de la población. 
La política, en nuestra imperfecta democracia, asumió un estatus privilegiado y un valor “económico al alza” en este gran mercado auspiciada por los políticos profesionales, los operadores de partidos políticos - de gobierno y de oposición - próximos a las instituciones, y los grupos asociados al poder económico.

La gran industria de la propaganda política creadora de preferencias, de opinión pública y de intención de voto.

Sepa usted que en 1940, cuando se crea Gallup en los Estados Unidos - empresa dedicada a realizar estudios o sondeos de opinión política o intención de voto entre la masa electoral -, nace a la vida “la gran industria de la comunicación y propaganda política”: una industria largamente rentable, cuyo poder e influencia ha derivado en la fabricación de candidatos a la carta, a poner y sacar presidentes, senadores y diputados a su antojo. Esta gran industria de la opinología o demoscopia - en el caso chileno las más renombradas podrían ser ADIMARK GFK, Centro de Estudios Públicos (CEP) y el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), entre otras muchas -, la cual trabaja en estrecha relación con los ingredientes de la cocina del poder, tiene por objetivo principal crear y formar opinión pública, cambiar y manipular opinión y intención-decisión de voto en la masa electoral. En la práctica, las interpretaciones o predicciones son útiles en la configuración de un cierto comportamiento electoral, darle "impulso", obtener apoyos y persuadir a favor de un(a) determinado(a) candidato(a) entre los votantes o la opinión pública.
Dicho sea de paso, para esta gran y rentable industria los potenciales electores (usted y yo) son vistos como "idiotas políticos" cuyas preferencias políticas son perfectamente moldeables. Permítanme un alcance y a la vez ejemplo: en Chile de cara a las presidenciales 2013 la maquinaria propagandística asocia el concepto de nueva mayoría al bacheletismo y no a la concertación de partidos por la democracia. Pregúntese, el por qué de este hecho (¿?).

Ponga cuidado con esto, pues en la cocina de poder le están preparando dos candidatos a la carta – que, de manera intuitiva y de momento, son quienes tienen el control y el poder en la carrera del sillón presidencial -, y en eso quienes poseen intereses económicos no van a desperdiciar esfuerzo alguno. Todos y cada uno de los espacios de opinión pública – medios de comunicación de difusión masiva – se han empeñado en poner el foco casi en exclusivo en los movimientos del bipartidismo oligopólico (tándem formado por el “nuevo bacheletismo” y la derecha). En efecto, han dado el pistoletazo de partida a un proceso de enraizamiento (embeddedness) de determinados símbolos e imágenes en la conformación de preferencias e intenciones de voto. Son muchos los millones en juego, en el negocio de los bienes públicos o de uso colectivo – la electricidad, el agua, el mar, la educación, el cobre, el litio, la salud, etc. -, y nadie en esta gran industria de la fabricación de candidatos a presidente está dispuesto a farreárselos.

Por cerrar. El menos o los menos importantes en términos de nuestras ideas, demandas, movilizaciones, reivindicaciones, en todo este gran negocio o juego de la propaganda o manipulación política para alcanzar la cima del poder político-institucional en nuestro país, y el control de los bienes de uso público, somos nosotros. Nosotros (masa, instrumentos o clientes electorales), los "perdedores", usted y yo, los ciudadanos de a pie.

Miguel Arismendi G.                                                                                                                      
Editor de, “creando crítica, formando opinión pública para una nueva sociedad política”

viernes, 19 de julio de 2013

El cable del “caso coimas” que liga a V.C. Rebollebo con J. Goñi, ambos militantes del PPD y representantes del "bacheletismo".

Más “lobo” que el mismo “lobo”, es quien se viste con ropas de “oveja” (M.A.G.)
Abro con la siguiente interrogante: ¿Debería renunciar a la postulación de un cargo de representación ciudadana por Osorno, el Sr. Goñi?

La prudencia, la decencia y las circunstancias del momento político e histórico (o la “buena política” al decir de Bachelet) que enfrenta nuestro país, al menos así lo recomendarían. 
El caso o el problema están – es decir, no dar el paso al costado por quien debería darlo -, cuando este tipo de condiciones no son de primer orden en un partido y su marco doctrinario, lo que dice representar y a quienes representan, y el personaje en cuestión.
Sabido es que al señor Goñi en su momento también le salpicó “el caso Coimas” (http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/caso-coimas-ministro-aranguiz-realizo-interrogatorios-en-osorno/2002-12-05/161100.html). Caso judicial que solo hace escasos días, torció la firme voluntad y decisión de V.C. Rebolledo (militante del PPD) a postularse como candidato a diputado por su partido por el distrito de Illapel. El caso fue sobreseído en 2003, hecho que no es de sorprender pues en Chile ocurren este tipo de situaciones más que a menudo cuando a quienes se le juzga están en la cima del poder. Además, la noticia tuvo un impacto social de baja intensidad debido al anuncio de la súbita retirada de la candidatura presidencial de Longueira

Bachelet fue grandilocuente cuando en una entrevista fechada el día 17/07/13 se le preguntó sobre el caso, argumentando que “la probidad debe ser una condición esencial para la plantilla”, y de “buena política”.
A mí parecer, fueron palabras de “buena crianza” y un mensaje directo a la medida y al oído del votante medio. Reacción en política a la cual comúnmente los analistas la denominan “estar a la altura de las circunstancias”.

Ahora bien, hablando seriamente y con la verdad sobre la mesa deberían al menos en nosotros los ciudadanos abrirse algunas interrogantes: ¿este señor – Goñi -, unos de los tantos candidatos de la concertación, y del PPD, por el distrito de Osorno, antiguo representante del poder público, exfuncionario municipal por lo favores concedidos, cumple acaso con las exigencias impuestas por el bacheletismo para “aspirar” (disculpen le término por si ofendo a alguien) a representar a los ciudadanos en lo que ostentosamente (o a “bombos y platillos”) han denominado “la nueva mayoría” de centro-izquierda? (¿”Nueva mayoría” para qué y para quiénes?) ¿Es este el tipo de personaje político, al cual por estar en la parrilla de elegibles a un cargo los ciudadanos podrían eventualmente confiar responsabilidades político-institucionales, el apropiado para representar y luchar por los intereses de los menos favorecidos en materia de derechos, bienestar y desarrollo social? ¿Es acaso el ciudadano o el elector consciente de la enorme irresponsabilidad (o responsabilidad) que supone pensar siquiera en confiar a este tipo de personajes la laboriosa tarea de liderar los cambios institucionales urgentes que el Chile de hoy reclama y exige en materia institucional: cambio de constitución, reforma al sistema impositivo o de impuestos, reformas al sistema binominal, reformas a la distribución de la riqueza, etc.?

Me temo que mucho trabajo tiene por delante la coalición de partidos políticos si su pretensión es reconciliarse o rencontrarse o conectar con la ciudadanía, de ser confiables y creíbles respecto al decir y al hacer en sus manejos y prácticas políticas de antaño y de hoy. Además, internamente y a nivel local, este partido – PPD – deberá depurar responsabilidades y “jugar limpio” si su intención es convencer a los ciudadanos para conquistar mediante sus candidatos cotas de representación ciudadana: la pelota está en su tejado! Más aún, cuando sobrevuela en la atmósfera un soplo de intenso malestar social por el descrédito de la política y los partidos políticos (y sus representantes) del bipartidismo a causa de la corrupción y el mal manejo de los asuntos de la política pública enfocados con casi exclusiva dedicación a privilegiar los intereses privados, de los grupos de poder y de la élite económica.

Hago recuerdo, por si se habían olvidado pues la mente es frágil, el diputado Ojeda (DC, hombre concertacionista, y también candidato a ser nuevamente elegido en el cargo por este distrito) tampoco salió muy bien librado que digamos, del caso de “la asignación de pensiones a exonerados políticos”. El caso no es sólo reducible a la expresión de “canibalismo político ni de utilización política por parte del oficialismo, pues la calle y los ciudadanos (a los cuales me sumo) en legítima defensa de sus derechos consagrados constitucionalmente, y del manejo de los bienes de uso público o colectivo, tienen necesidad de saber exactamente qué ocurrió y por qué ocurrió lo que ocurrió. Aquí no cabe tapar el sol con un dedo, pues la duda razonable está en los papeles.

Por último, dejo lanzada la siguiente pregunta: ¿Cuánta más mierda habrá debajo de la alfombra, que liga a personajes del mundillo de los partidos políticos locales con vínculos estrechos en la administración actual – municipal – y pasada – gobierno regional, gobierno provincial (concejeros regionales), etc.-, la cual muy pocos se atreven a sacar a la luz pública? 

Los ciudadanos, más allá del poder judicial o de las troika impuesta por los partidos del poder y los políticos profesionales, son quienes tienen la obligación moral y ética de movilizarse para salir al paso de quienes haciendo mal uso de las herramientas de la política – estructuras de partido, el Estado y sus recursos -, atropellan y abusan a diario de los derechos fundamentales de la personas con fines personales o privados.
Cualquiera otra vía pensada y elaborada con fines de reencauzar el curso de los sucesos en el ámbito de las instituciones, de la política, de la economía, de lo social en el Chile de hoy, es un mero canto de sirena o puro ilusionismo cándido.

Miguel Arismendi G.                                                                                                                      
Editor de, “creando crítica, formando opinión pública para una nueva sociedad política”
                                                                                                             

martes, 2 de julio de 2013

La botella medio llena o medio vacía: elecciones primarias del 30-J.

¿Hay motivo para echar las campanas al vuelo o para hablar de exitazo o para emborracharse de triunfalismo?
Creo, desde mi atalaya, que NO!

Habrán mentes iluminadas y necesitadas de triunfos a como dé lugar, para quienes este proceso eleccionario de primarias del 30-J, representa todo un éxito o un triunfazo. Así, y valiéndose de todos los medios a su alcance, nos lo intentarán hacer creer o digerir tal y como acostumbran a hacerlo: en base a falsedades o creando falsas realidades o burbujas políticas y económicas. Ejemplos sobran, y hay para tirar: los datos de pobreza del MIDEPLAN, los datos del censo de población del I.N.E, los datos falsos de la POLAR, los datos de las encuestas políticas, la datos de los colegios con financiamiento compartido (el caso del Sr. Arévalo – colegio Blas Pascal de Osorno es emblemático por la inacción del Estado aun existiendo denuncias fundadas) que defraudan al Estado “inflando las notas” de los estudiantes para aumentar el valor de la subvención, etc.

Para otros (a los cuales me sumo) – quienes leen o interpretan los datos de las primarias con una mayor dosis de sensatez, lucidez y razón -, en tanto, el acto mediático y propagandístico de las lógicas político-institucionales conservadoras fue la expresión más pura de la fidelidad y vocación de servicio (o de servidumbre) de esos 3.000.000 de votantesa los partidos del bi-partidismo monopólico y autocrático: aquellos “dos” que mantienen cautiva, aprisionada o someten a capa y espada a parte importante de los ciudadanos de este país con sus decisiones y actos políticos.
Votantes y activos militantes (o activistas), muchos de éstos, ansiosos de recuperar cuotas de poder pérdidas (debido a la salida “impuesta” de aparato y agencias estatales en 2010), las rentas pérdidas o simplemente de las expectativas de más y mejores BONOS y SUBSIDIOS provenientes de la política social de mercado afirmada por el Estado y los gobiernos del Chile democrático. Gentes cuya racionalidad o formar de ver y vivir el mundo, se halla muy distante de las “ideas con contenidos políticos”, “ideales o principios y valores ideológicos” sobre los cuales se han movido históricamente los proyectos de la izquierda tradicional. Sólo los mueve el apetito voraz del oportunismo, y la simple maximización de su propia utilidad o interés en beneficio propio. Por ejemplo, a ultísima hora asumen un discurso reformista de la educación pública a fin de ganar sintonía, simpatía o afinidad con la ciudadanía.
¿Qué más le da el resto o los asuntos de interés colectivo? El pésimo o empobrecido sistema público de educación, la inseguridadlaboral y de ingresos, la pérdida de derechos sociales y de ciudadanía, la enorme fragmentación y división en clases sociales cerradas, la proletarización de la sociedad chilena, el país de la economía próspera pero no reflejado en los salarios medios de $ 250.000, y un largo etcétera.
Para mí, los datos del 30-J no representan bajo ningún concepto un triunfo de esta decadente democracia representativa (o indirecta). Más bien, se puede hablar sin complejos de derrota o de caída a la baja del modelo institucional vigente. Bien podría explicarse el hecho a partir del recorrido histórico de nuestra joven democracia, o a lo largo de los 23 años bajo un mismo modelo. Modelo institucional que da para mucho, sobre todo pues bajo los mismos esquemas de gobierno – de centro izquierda y de centro derecha - se ha establecido “de arriba hacia abajo” unas rutas o patrones políticos de las cuales se nos hace muy difícil escapar. Y, con las cuales, en teoría deberíamos estar - la gran mayoría - muy satisfechos. Como para tirar cohetes!
Si usted se ve tan representado con esta democracia y los políticos de turno (o la clase política hegemónica y de poder), ¿habría votado el 30-J? Por simple lógica, SÍ. Apoyarían a ésta, su democracia, en la cual cree. Por lo que, estarían dispuestos a hacer lo imposible por defenderla ante la amenaza de los ajenos al monopolio "de los dos". 
El caso es que esta premisa (o deducción), el 30-J no se cumplió, mire por donde se le mire.

¿Por qué?
A las frías cifras me remito analistas o agoreros de un futuro extremadamente difícil de predecir (muchos de ellos(as) hacen análisis de la realidad antojadizos, sacando cuentas alegres o torciendo los elementos y factores de la realidad), 10.000.000 de electores no votaron el 30-J.
Y eso, señores, el dato de los 10.000.000 representa un tremendo capital político que está ahí afuera expectante y esperando “buenas razones” para saber qué hacer en noviembre de 2013. Gente común y corriente, cabreada de la “fórmula de a dos”,y de los (malos) resultados políticos, interesada en saber y comprender más por qué es urgente cambiar – pero de verdad, no en el discurso demagógico y de papel - el actual orden institucional, social y político en el Chile del siglo XXI.

Lo dicho.


Miguel Arismendi G.                                                                                 

Editor de, “creando crítica, formando opinión pública para una nueva sociedad política”